jueves, 5 de septiembre de 2013

ILUSAS ILUSIONES

Hoy aquí sentada en esta silla de madera, te anhelo suspiran y te espero ver llegar e ingresar por esa puerta trayendo tu sonrisa y tu aroma.
Mas no llegaras aun, algo te detiene, ya sera el tiempo o las circunstancias  o tal vez sera tu orgullo y tu egoísmo  pero siempre has de venir aunque sea tarde y tendrás que mirar a los ojos para poder platicar.
Se que tu no quieres verme por temor a que te enamores mas de mi, y tengas que dejar esa ilusión por que te iras. Pero he de ganarte ese corazón enamorado y oprimido por tus sentimientos hacia mi y por mas que no desees admitirlo, yo se que nunca te olvidaras de mi.

*Por la quinceañera que habito en mi.
Abril/2008.

EL FINAL DE NUESTRA HISTORIA


  Hoy he decidido olvidarte, con el corazón hecho pedazos he decidido dejar de amarte…
La tinta roja de este amor se extinguió, ya no queda más con que continuar escribiendo esta historia descabellada. Sobre las hojas de nuestro libro, cayo café, las hojas ya no son blancas, quedaron manchadas para siempre…


  Tú eras el protagonista principal del libro que dejaba abierto sobre el escritorio todas las noches, con la ilusión de escribir un nuevo capítulo al día siguiente. Una y otra vez he repasado nuestra historia, intentando  hallar algún punto en el cual falle, pero mientras más me dedico a ello, encuentro esperanza y futuro más tú te rendiste sin querer perdonar; Mi corazón no puede odiarte, no puede juzgarte, solo puede y quiere perdonarte y olvidarte.

  He pintado el “fin” con lápiz labial y le he dado color a mi dibujo con maquillaje, nunca he pintado pero hoy lo hice para así tener lista la imagen con la que sellare esta historia.
Tus palabras ya no duelen, tus acciones ya no hieren, los billetes de tu engaño ya no tienen fondos en el banco de mi paciencia; tu indiferencia no me volverá a lastimar, la historia del caballero y la vagabunda llego a su fin.

  Te amé por mucho tiempo lo confieso y lo seguí haciendo en silencio, fuiste mi pasado y mi presente, pero no serás mi futuro porque hoy he decidido olvidarte.

*Nuestra historia concluye aquí sin un final
feliz, esta es la despedida mi G.O.F.

martes, 3 de septiembre de 2013

UN DÍA COMO HOY


Siempre tuve presente esta fecha, quizás porque te amé demasiado o quizá simplemente porque eras importante para mí…

  Te sentí todo mío por mucho tiempo, luche por el amor que te tenia, viví momentos muy bellos a tu lado, contigo aprendí a amar y a sentirme amada, de mis manos brotaban caricias, de mis labios escapaban besos, de mi cuerpo manaba deseo y de mi corazón solo fluía amor.
  Un día como hoy, inspiraste las palabras mas bellas, inspiraste las ganas mas locas de verte…
  
Hoy es jueves y sentada en un rincón oscuro de mi café favorito, recuerdo esta fecha y pienso en lo que pudimos haber hecho hoy intentando celebrar tu cumpleaños, mas no estas a mi lado, te siento pero no te tengo, te extraño pero no te llamo, te necesito pero…pero aun me guardas rencor y yo aun te amo…

 Siempre recordare que en esta fecha cada año, un día como hoy tu cumples años y tan solo puedo elevar una oración al cielo, pidiendo al Altísimo que siempre te bendiga y te de vida porque necesito escuchar tu voz cuando te llame con privado…
  En esta fecha, un día como hoy, te recordare mio.


Dedicado a nuestro amor y
a ti mi G.O.F.
26/07/2012

lunes, 2 de septiembre de 2013

EL CABALLERO Y LA VAGABUNDA

  ¿Alguna vez te dije que una de las fechas más importantes en mi vida era un once de febrero?… ¿Sabes por qué? Pues por una razón muy simple superficialmente, pero con un contenido extraordinario…
Permíteme contarte una hermosa historia:

  Cierto día domingo, en el que una niña cumplía 15 años y se convertía en toda una señorita, conoció a un joven, el cual, por su físico, le causo ciertas sensaciones positivas, pero por su conducta rancia le causo una única impresión que provocó que ella lo juzgue anticipadamente.
El tiempo los alejo, pero fue el mismo el que se encargó de juntarlos momentáneamente durante dos ocasiones en el periodo de un largo año por un motivo y una sola pasión en común; ella y él no se hablaban, pero mientras ella más lo conocía a través de sus allegados, mas apático le parecía.
  Repentinamente llegaron las vacaciones de verano de la bella joven y ella pudo acercarse más de forma amical y personal a ese misterioso joven y poco a poco, lentamente, se dio cuenta de que lo había juzgado muy mal, sin precedentes; lo extraño, es que de alguna misteriosa forma ella empezó a percibir sensaciones extrañas en lo más profundo de su ser, quizás en su corazón… 

  Mientras dormía, en sus sueños estaba él; cuando cogía un lápiz, dibujaba inconscientemente las cinco letras de su nombre; en el reflejo de las ventanas, espejos, hasta en el de fuentes de agua, veía ese rostro con un par de ojos negros, que poseían la mirada más directa y casi tierna que nunca haya visto; ese rostro, con esa amplia frente, lisa, propia para un beso; ese rostro acompañado de un lunar exótico al lado derecho de esos labios delicados color rosa natural. Ese rostro adornado alrededor superior por cabellos ondulados de color negro, con el corte perfecto y las patillas bien formadas. Ese rostro bello que se hacía hermoso cuando de vez en cuando una sonrisa se formaba teniendo como componentes aquellos labios.
  Mas descripciones no hay, pues válgase que la esencia era esa, pero el porqué de todo aquello era tan solo uno, la joven se había empezado a enamorar de él; empezó a admirar, más que lo físico, lo emocional y conductual de ese joven, admiraba su desempeño y descubrió que era singular, es más se puede decir único.

  Ella veía lejana la posibilidad de causar atención por lo menos mínima en el, por ello decidió no dejar que él se enterase de sus sentimientos, y lo peor fue que también decidió evitar a cualquier precio o nivel el amor que ella empezaba a sentir por él.
Pero fue muy tarde, la emoción del amor ya le había llegado y no la iba a dejar aun por más que intentase todo. Cada dia que pasaba sucedían cosas extrañas e increíbles que evitaba que ella hiciera fuera de sus pensamientos a aquel joven. Hasta que sin darse cuenta llego un miércoles como cualquier otro, corriente por las primeras horas, pero a medida que ese miércoles llegaba a su fin, todo se convirtió en un acontecimiento divino, mágico e interesante.

  Si no es por mal decir, ese miércoles, inesperada y abruptamente, el joven le salvo la vida cogiéndola por los hombros y llevándola hacia atrás para quitarla de en medio del paso de un vehículo que estaba a punto de arrollarla mientras que ella estaba distraída. Sucesivamente, ella aun conmocionada por aquel incidente, pudo entablar una conversación con el bello joven, aceptando repentinamente la invitación para dar un paseo corto por la ciudad, sin saber que algo emocionante sucedería pocas horas después.
Caminaron a la luz del habitual alumbrado cusqueño, por esas aceras empedradas rústicamente, llegando así a una calle de la cual ella se acordaría siempre. La conversación fue discretamente dirigida a ellos dos, ella tan temerosa e indirecta y el tan directo y sutil en sus palabras, realizando pregunta tras pregunta:

   -¿Qué piensas de mí?... ¿Cómo me ves?
  Y frente a cada temerosa e insegura respuesta que ella daba, el de modo sarcástico, pero tierno, la hacía sonrojar.
    -No soy simpático… ¡Ah! Solo me ves como un amigo; ¿Uno más del montón?
  Y así de repente llego la pregunta más importante, de forma tan inverosímil que ella no supo cómo contestar.
    -¿Quieres tener algo conmigo? … ¿Quieres estar conmigo?

  Ella guardo silencio un momento y como a la deriva con un toque de niña engreída le contesto que sí.
    -¿Pero que “si”? – le dijo él.
    -Si quiero…estar contigo…- respondió titubeando ella.
    -Pero dilo mirándome a los ojos…- insistió el.
    -Es que… no puedo…- contesto temblorosa ella.
    -Inténtalo por favor… - reitero él.
  Ella se sentía tan extraña y roja; respiro, tomo valor y miro por primera vez fijamente esos ojos negros, y le dijo:
    -Si quiero estar contigo…-pero por dentro, para sí, completo la frase-…desde que te conocí.
  
  Frente a esta respuesta, él le hizo la última pregunta de la noche, la pregunta que ella pensaba que nunca él se la formularia:
    -¿Te puedo besar?
  La joven, no tuvo palabras para responder, pero tímidamente, con un movimiento de cabeza asintió.

Lo que a continuación sucedió fue lo mágico de toda su vida, especialmente de esa noche; el toque interesante le dió el cornetín de un tren que llegaba a la estación a esa hora, en ese preciso momento en que ellos se abrazaban y se daban un largo primer beso; Once y cinco de la noche de ese inesperado miércoles de febrero en aquella calle de la cual al retirarse los dos cogidos de la mano, ella observó en una esquina un cartel que decía “Romeritos”, ese era el nombre de esa calle y lo recordaría por siempre a partir de ese día.



  Bonita historia ¿Verdad?
  ¿Sabes quién es la joven de la cual te escribo?
No es Blanca Nieves, ni la cenicienta, ni mucho menos la bella durmiente porque si ella hubiese estado dormida no hubiera recordado la textura de ese primer beso, aunque aquel joven príncipe la despertó de un sueño, pero aun así no es la bella durmiente, solo es, “La Vagabunda”.
¿Y el joven de rostro bello, ojos negros, frente amplia, labios rosados, cabello ondulado y negro con el corte perfecto y patillas, con aquel lunar exótico? No es el personaje de algún cuento de hadas o de mi imaginación, es alguien real, un “Caballero”.
¿Sabes dónde, a qué hora, que día, que mes y en qué fecha sucedió todo aquello?
Quizás no recuerdes pero te lo repetiré:
En la calle Romeritos, a las once y cinco minutos de la noche de un miércoles de febrero del año dos mil nueve; exactamente un once de febrero.

*El inicio de nuestra historia...
dedicado a ti G.O.F.